Querido visitante,
este sitio se ha creado con la intención de testimoniar y hacer conocer lo que Nuestro Señor y la Virgen Marìa están preparando en el Monte San Onofrio, un pueblo del Alto Molise en Agnone (IS), Italia, para la salvación de todas las almas del Purgatorio y por la vida en el vientre materno. Una llamada fuerte, llena de amor y misericordia a toda la humanidad, invitándola a abrir sus corazones, a pensar a la vida eterna iniciando ya en esta vida terrena que estamos llamados a vivir. Aquì encontraràs sintetizados y referidos los principales hechos y mensajes que la Santa Virgen Marìa y el alma de la difunta Livia Casciano han dejado a un hombre simple originario de Agnone: Michelino Marcovecchio.
“Queridos hijos, les ruego, abran sus corazones, ayuden a sus hermanos y hermanas. Cuàntas veces mi Hijo golpea a la puerta de sus corazones y cuàntos de ustedes hijos mìos la cierran, la cierran, la cierran en un modo que para poder abrirla de nuevo, es tan difícil. Queridos hijos, Dios Padre Todopoderoso les ha donado toda la libertad, toda la vuestra libertad, una libertad plena, pero esta libertad, no la destruyan. Todos los días mi Hijo llama a sus corazones, a cada uno, pero ustedes no lo perciben y la invitación que les hago es de empeñarse, que cada uno cuando mi Hijo llama le puedan responder.” (Mensaje de la Santìsima Virgen Marìa, 8 de diciembre de 2012)
Este sitio se rige conforme a los decretos de Urbano VIII y a las directivas del concilio Vaticano II, no pretende de ninguna manera prevenir el juicio de la Iglesia sobre la autenticidad sobrenaturalde los hechos y los mensajes presentados sino que con sencillez quiere ser una invitación a creeren Dios Padre Todopoderoso y tener fe. Las palabras “aparición”, “mensajes”, “visiones” y similares aquí tienen simplemente un valor de acreditación humana.
Te pedimos de darle un buen uso a este sitio para meditar profundamente estas palabras y abrir tu corazón a Jesùs y a la Virgen Marìa y asì veràs como se llenarà de amor.
“Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba,
donde està Cristo sentado a la derecha de Dios.” (Colosenses 3,1)